Toda la confusión del vivir, toda la miseria del presente, sin importar
donde te encuentres, tiene una promesa: la Doncella de Hierro te va a
atrapar. Para los que aman el heavy metal o metal pesado, el nombre Iron
Maiden, su música y sus imágenes son parte clásicas de sus vidas.
Desde el punto de vista puramente individual se explica de forma
estocástica, es decir, en unas fracciones de segundo expuesto al sonido
de la Doncella te quemará y, mientras te susurra que hemos sido
abandonados por los dioses, te dará fuerza para dejar atrás el vacío de
la vida al preguntarnos si somos libres, si se puede ser yo mismo, si
se puede tener la cabeza en alto y se pueden derrumbar las paredes
jugando con la locura.
Para los que no comemos el “soma” que tapa el
vacío del “del nuevo mundo”, donde pululan esnobs, todavía podemos
apreciar el arte, el elemento religioso y la gran pasión de ver a Iron
Maiden en vivo. Voy por mi octava vez: Up the Irons!!!!
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