La ingenuidad de perseguir el equilibrio y de asemejarla con
la belleza es una sombra que no me puedo desprender. En mi Fortaleza de
la Soledad impera un caótico equilibrio. Allí, en sus alturas, me
observaban Moby-Dick, Leviatán y Garrote. Su convivencia era
desequilibrada. Dos de ellas son "artificiales" y una es "natural". Dos
me acompañan desde hace décadas y una tiene menos de un año conmigo. Dos
miraban a un lado y una apuntaba al lado opuesto. Tenía que equilibrar
la situación y por eso compré una caña "natural" por menos del 5% de lo
que tributo como siervo de Edenor. El tiempo la había tratado muy mal,
pero yo la volví a vida y se llama Korallion. Ahora hay
equilibrio en las alturas.
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